¿Qué es la delincuencia juvenil?
Se considera delincuencia juvenil, desde el punto de vista jurídico a aquellos jóvenes mayores de 14 años y menores de 18 que desarrollan conductas tipificadas como delitos en el Código Penal venezolano.
Estos menores pese a estar amparados bajo LOPNA, La Ley Orgánica para la protección del niño, niña y adolescente, Lopna que contiene regulaciones y normas específicas para su enjuiciamiento, que obviamente son diferente a los mayores de edad.
La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública por su progresiva peligrosidad.
Algunos expertos aseguran que esta violencia no es producida por un fenómeno de causalidad sino que se esconden razones culturales, sociales, económicas y políticos.
El proceso globalizador de la delincuencia juvenil, se extiende desde los lugares más industrializados hasta los rincones más pobres del planeta.
Si bien es cierto, este fenómeno es cada vez más característico de las sociedades con alto nivel de prosperidad en el plano económico. Expertos criminológicos señalan el carácter multicausal del fenómeno.
Sin embargo, advierten que estos jóvenes son víctimas de la discriminación social, incapaces de adaptarse al medio social, y por ello escogen el camino de la delincuencia como alternativa de sobrevivencia.
Aunque, evidentemente no podemos relacionar la marginación con una situación delincuencial, con gran frecuencia conduce a ella. Asimismo, el fácil acceso a la drogas, la falta de oportunidades de empleabilidad, la crisis económica o la desintegración familiar, entre otros factores, crean el coctel optimo en el que cuál crecen los jóvenes de las últimas décadas.
El perfil del delincuente juvenil
Los expertos hacen especial hincapié en determinar los aspectos cognitivos del carácter del delincuente juvenil, como forma de establecer los programas y modelos educacionales de prevención.
Unido con ello, estudios descriptivos señalan factores individuales y biográficos característicos de la delincuencia a juvenil, tales como, el impulso, el afán de protagonismo, el fracaso escolar, el consumo de drogas, la baja autoestima, la familia desestructurada, la pertenencia a una clase baja, alta agresividad en el entorno social.
Ciertos estudios han demostrado, que son los varones quienes comenten mayor cantidad de actos ilícitos. Entre las infracciones más destacables son principalmente: el robo con fuerza, la sustracción en el interior de vehículos y hurtos con intimidación, seguido de atentado contra los agentes de autoridad y tráfico de estupefacientes.
Teorías explicativas de la delincuencia juvenil
La conducta violenta es muy compleja de explicar y no se puede limitar a un solo factor. Aunque a veces se asocia al carácter de la persona, en otras ocasiones se asocian con causas biológicas, psicológicas, sociales o a la situación cultural.
La criminología clásica considera que las causas del crimen tienen principalmente su origen en el propio delincuente. Se basan en la teoría de la elección racional (Cornish y Clarke, 1986), cuyo enfoque se sostiene que aquellos que cometen un delito lo realizan tras proceso de toma de decisiones.
La Teoría psicobiológica. Considera que la causa de la acción delictiva tiene presencia en factores genéticos biológicos, provocando el impulso incontrolado del individuo.
Teorías del conflicto. Sugiere que son las contradicciones internas las que conducen a la delincuencia, puesto que pueden provocar inestabilidad social, frustración o resentimiento.
Las teorías psicosociales o interaccionistas moderadas. Consideran que la delincuencia es la consecuencia de la interacción entre estímulos individuales, sociales y situacionales. Por último, las teorías críticas. Conciben la delincuencia aplicada a las clases bajas de la sociedad.
Otra de las cuestiones claves, es debatir sobre el comportamiento reincidente de estas conductas delictivas. Terrie Moffitt (1993) reflexiona sobre dos grupos de personas.
Un primer grupo, quienes realizan comportamientos delictivos de manera persistente a lo largo de su vida con una representación entre el 5 y el 8% de los jóvenes que cometen delitos. Además se caracterizan por una delincuencia más en solitario. Los principales factores de riesgo son neuropsicológicos y sociales: pautas de crianza y una educación inadecuada, desvinculación familiar, nivel socioeconómico bajo, inadaptabilidad en la escuela o una influencia negativa por parte del grupo.
En segundo lugar, aquellos jóvenes cuyo comportamiento delictivo aparece tan sólo en la adolescencia. Se caracteriza por falta de maduración personal e influencia negativa por parte del entorno social. Elías Cabeza