EL 12 de marzo del 2020
En enero del 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de la enfermedad
por el nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) como una emergencia de salud pública de importancia
internacional.
La OMS afirmó que existe un riesgo alto de diseminación de la enfermedad por
COVID-19 a otros países en todo el mundo. En marzo del 2020, tras una evaluación la OMS decidió
que COVID-19 puede ser caracterizado como una pandemia.
La OMS y las autoridades de salud pública de todo el mundo están actuando para contener el brote
de COVID-19.
Sin embargo, este momento de crisis está generando estrés en la población. Estas
consideraciones de salud mental fueron elaboradas por el Departamento de la OMS de Salud
Mental y Uso de Sustancias, como mensajes dirigidos a diferentes grupos clave para apoyar el
bienestar psicosocial y la salud mental durante el brote de COVID-19.
Población general
1. La enfermedad por el coronavirus 2019 (COVID-19) ya ha afectado, y es probable que siga
afectando, a la población de muchos países, en numerosos lugares del mundo. Este virus no
debe asociarse con ningún grupo étnico ni nacionalidad. Demuestre empatía hacia todas las
personas afectadas, dentro de un país dado o procedentes de cualquier país. Recuerde que
las personas que están afectadas por COVID-19 no han hecho nada malo, no tienen culpa y
merecen nuestro apoyo, compasión y amabilidad. Cada persona puede contribuir a reducir
los riesgos a nivel individual, familiar, comunitario y social.
2. No se refiera a las personas que tienen la enfermedad como “casos de COVID-19”, las
“víctimas”, las “familias de COVID-19” o los “enfermos”. Se trata de “personas que tienen
COVID-19”, “personas que están en tratamiento para COVID-19”, “personas que se están
recuperando de COVID-19” y que, una vez superada la enfermedad, seguirán adelante con
su vida, su trabajo, su familia y sus seres queridos. Es importante separar a la persona de
tener una identidad definida por COVID-19, para reducir el estigma.
3. Minimice el tiempo que dedica a mirar, leer o escuchar noticias que le causen ansiedad o
angustia. Busque información únicamente de fuentes confiables y principalmente sobre
medidas prácticas que le ayuden a hacer planes de protección para usted y sus seres
queridos. Busque actualizaciones de la información una o dos veces al día, a horas
específicas. El flujo repentino y casi constante de noticias acerca de un brote epidémico
puede hacer que cualquiera se sienta preocupado. Infórmese sobre lo que en realidad está
sucediendo, no escuche los rumores y la información errónea. Recopile información a
intervalos regulares, del sitio web de la OMS, el sitio web de la OPS y de las plataformas de las
autoridades nacionales y locales de salud, a fin de ayudarle a distinguir los hechos de los
rumores. Conocer las informaciones fiables pueden ayudar a minimizar el miedo.
4. Protéjase a usted mismo y brinde apoyo a otras personas. Ayudar a otros que lo necesitan
puede ser beneficioso, no solo para la persona que lo recibe sino también para quien lo
ofrece. Por ejemplo, llame por teléfono a sus vecinos o a las personas en su comunidad que
puedan necesitar asistencia adicional. Trabajar juntos como una sola comunidad puede
ayudar a crear solidaridad al abordar juntos COVID-19.
5. Busque oportunidades de amplificar las historias e imágenes positivas y alentadoras de
personas de su localidad que tuvieron COVID-19, por ejemplo, historias sobre las personas
que se recuperaron o que cuidaron a un ser querido durante la recuperación y que estén
dispuestas a hablar sobre esta experiencia.
6. Reconozca la importancia de las personas que cuidan a otros y de los trabajadores de salud
que se están ocupando de las personas con COVID-19 en su comunidad. Reconozca
asimismo el papel que desempeñan para salvar vidas y mantener seguros a sus seres
queridos.
Trabajadores de salud
7. En el caso de los trabajadores de salud, sentirse bajo presión es una experiencia que usted y
muchos de sus colegas probablemente estén viviendo; de hecho, es muy normal sentirse así
en la situación actual. El estrés y los sentimientos que lo acompañan no son reflejo, de
ninguna manera, de que usted no puede hacer su trabajo o de que sea débil. Atender su salud
mental y su bienestar psicosocial en estos momentos es tan importante como cuidar su salud
física.
8. Cuídese mucho en estos momentos. Pruebe y adopte estrategias útiles de respuesta, como
descansar y hacer pausas durante el trabajo o entre turnos, alimentarse saludablemente y
en cantidad suficiente, realizar actividad física, y mantenerse en contacto con la familia y los
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amigos. Trate de no adoptar estrategias de respuesta inadecuadas como el consumo de
tabaco, alcohol u otras drogas. A largo plazo, esto podría empeorar su bienestar mental y
físico. Se trata de una situación única y sin precedentes para muchos trabajadores, en
especial si nunca antes habían participado en respuestas similares. Las estrategias que en
otras ocasiones le han ayudado a manejar el estrés pueden ser útiles también en este
momento. Usted probablemente sepa cómo aliviar el estrés y no debe dudar en mantenerse
psicológicamente bien. Esta no es una carrera de velocidad, es una maratón a largo plazo.
9. Es posible que algunos trabajadores de salud perciban que su familia o su comunidad no
quieren tenerlos cerca debido al riesgo, al estigma o al temor. Esto puede contribuir a que
una situación ya complicada resulte mucho más difícil. De ser posible, mantenga la
comunicación con sus seres queridos; para lograrlo, pueden resultar útiles los medios
digitales que ofrecen una buena manera de mantener el contacto. Recurra a sus colegas, al
gerente de su establecimiento o a otras personas de confianza para recibir apoyo social, ya
que es posible que sus colegas estén viviendo experiencias similares a la suya.
10. Utilice maneras adecuadas para intercambiar mensajes con las personas que tienen
discapacidades intelectuales, cognitivas o psicosociales. Si usted es líder de un equipo o
gerente en un establecimiento de salud, utilice formas de comunicarse que no dependan
exclusivamente de la información escrita.
11. Sepa cómo brindar apoyo a las personas que se han visto afectadas por COVID-19 y cómo
vincularlas con los recursos disponibles. Esto es especialmente importante para quienes
requieran apoyo psicosocial y de salud mental. El estigma asociado con los problemas de
salud mental podría causar cierta renuencia a buscar atención tanto por COVID-19 como por
los trastornos de salud mental. La Guía de intervención humanitaria mhGAP (GIH-mhGAP). proporciona
orientación clínica para abordar los trastornos de salud mental prioritarios y ha sido pensada
para abordar las condiciones de salud mental prioritarias en situaciones humanitarias y se
dirige a trabajadores de salud en general. Cont...